Iremos a recorrer Estambul
tras tus recuerdos y los míos
de unas épocas que todavía
no tenían un sabor amargo.
Me enseñarás dónde está la tienda
de alfombras, desde dónde mirabas
el Bósforo e intentaremos que
cicatricen tus heridas.
En este viaje ritual
ejerceré de sanadora y te despojarás
del lastre y la pena echándolos al mar
de Mármara.
La vuelta será tranquila,
silenciosa, cerraremos los ojos
e intentaremos encontrar
paz, nos daremos la mano
y dormiremos cansados.